Estos tarritos de cocina se los hice a mi hija y su churri para su casita nueva.
Dibujé los dibujos que les gustaban a mano alzada sobre papel.
Después los coloreé con rotuladores de colores y los pegué al cristal.
Para que fijase bien y quedase más brillante, le apliqué una capa de barniz cristalizante.
Este es nuestro amigo El Monstruo de las Galletas, en un intento de hacer un pastel, pero creo que va a tener que limpiar un poquito.
Mi hija es una fanática de las hadas y las mariposas, como podréis ir comprobando en las siguientes entradas, y por lo que se ve, esta pillina es un poco golosa, ¡Y se nos ha colado en el azucarero!
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